miércoles, 27 de mayo de 2009

MI VIDA NO ESTÁ A LA VENTA (NI ESPEREN OFERTAS)


Estoy en unos de esos momentos
En los que observas a tu alrededor…
Todo lo que te rodea…


Y te sorprendes de lo que no veías antes:


Una caricia de aire en la cara acecinada
Por la salazón de la mar y las olas incansables

La más grande estrella en sus horas más bellas
Iluminando el infinito turquesa en un día hermoso,


Me regocijo en mi placer, y me olvido del “carecer”

Tan trivial como encontrar un comentario de aliento
De alguien a quien apenas conoces…

Tan trivial como encontrar al otro lado del teléfono
A alguien que te escuche, que contigo llore, te consuele…

Tan trivial como bailar la música que siento
La que llevo dentro, mi motor, el flamenco…


Tan trivial como troncharse de la risa con una frase
Una frase muy simple: anda vá y te lavas!!!!

Son cosas triviales que igual nadie entiende, o siente…


Yo sí, y eso me hace deleitarme en esta vida que tenemos
Para que cada día dé más importancia a las cosas sabidas y olvidadas,
Que antes no veía, antes no apreciaba, que antes no sentía

Y ahora será trivial, el mirar más allá de unos ojos para hallar una mirada
Y mirar más allá de un gesto para hallar una apariencia.
Y escuchar asombrada como canta un ruiseñor en la oscura noche...
Se trata simplemente de cambiar la perspectiva, y saber obsequiar en su cierta medida


Porque todo tiene un precio, y mi vida no está a la venta.

3 comentarios:

E. Martí dijo...

Una de las cosas más maravillosas de la vida es la observación, la contemplación de lo que pasa a nuestro alrededor, detenerse en silencio y reflexionar, valorar, aprender... Valórate, valora tu gente, tu espacio, tu tiempo... Es una manera de conseguir el camino de la felicidad.
Un fuerte abrazo desde Asturias.

Anónimo dijo...

Me pareció que tenían cierta nostalgia estas letras. Vayan mil sonrisas de alegría a tu día.
Saludos.

Begoña Fuentes López dijo...

gracias Salvador. Es cierto, hay nostalgia...pero la poesia me ayuda, transcienden mis letras al igual me mi ánimo...
besos desde terrassa, Barcelona