lunes, 30 de marzo de 2009

MADRE, NO HAY MÁS QUE UNA





Qué bonita eres
que difícil es no quererte
irremplazable, sufrida y por mi mueres...
Amor incondicional, amor de una madre.

Tu devoción, tu preocupación
Tus padecimientos y tus alientos,
Todo eso te hace magnífica
Madre mía, te hace única.

En los caminos más oscuros, encuentro la luz
Porque tú me ayudas, tú me guías,
Y si no te tuviera, en la vida estaría perdía.

No te escogí, viniste a mí
Por nadie te cambiaría porque no hay ninguna,
Ninguna como la madre mía

Aprovechemos el tiempo, que la vida es corta
Y quiero decirte cada día, lo mucho que me importas
Quiero que lo sepas, que lo sientas,
Y que tranquila estés
Que esta hija que tú tienes, para lo bueno y lo malo

Aquí siempre estaré.

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